1946. Fotografía de Heraclio Alonso. Las Tías Manuela y Demetria en la portalada con el carro uncido y en buena compañía
Esta imagen, bien vale mil palabras...evocadora de inolvidables recuerdos y sensaciones vividas entre esos carros y portaladas...un pedazo de la historia autentica de la nuestra montaña. Manuela de la Calle, la Tía Manuela, en primer plano vestida con sus tradicionales manteos negros, que contrastan con una blanca melena al viento, mira a la cámara de Heraclio de lado posando sus grandes manos en su regazo, dejando entrever lo que parece la expresión de una sonrisa complaciente. Detrás de ella, la Tía Demetria, posando tan orgullosa que hasta le brillan sus ojos verdes en blanco y negro. De brazos cruzados, la niña Paz mira curiosa a la cámara esbozando la sonrisa que la ha pedido.Heraclio. Pepe Valbuena, hijo de Manuela, posa algo entornado, al tener que sujetar por la verola el arado, con aire complaciente, luciendo además de percha, su flamante reloj blaco americano.Pedro hijada en mano, hijo de Demetria, cuida de cerca la pareja de vacas uncidas mientras clava su mirada con firmeza. Eugenio, hermano de Paz, de pie y formal delante de las vacas, parece reivindicarse; mientras Vicente, su hermano, sonrie satisfecho comodamente sentado sobre el sillero del carro, y Santiago, el último de los hermanos, contempla toda la escena desde lo alto con su vara en la mano. 39 años despues de este inmortal momento, no muy lejos de donde se encuentran, Vicente levantaría su vara y su rabia contra los guardias civiles que vinieron a destruir su pueblo, y Paz le pediría calma. Mauricio Peña fue, quien inmortalizaría este otro momento.
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